La Laguna Shimbe o Blanca, cariñosamente llamada “Siviricucha” que significa “la que es blanca”, se encuentra en el corazón de la región natural quechua, a una altitud de 3,300 metros sobre el nivel del mar. Este cuerpo de agua es un tesoro oculto en el caserío de Huar Huar, perteneciente al centro poblado de Salalá, en el distrito de Carmen de la Frontera, provincia de Huancabamba. Esta área es parte del Área de Conservación Privada “Bosques Montanos y Páramos Chicuate Chinguelas” de la Comunidad Campesina Segunda y Cajas, resguardando no solo la belleza natural sino también la biodiversidad que la rodea.
La laguna Shimbe destaca por sus aguas cristalinas de color turquesa, con temperaturas que oscilan entre 5 a 7 °C y una profundidad máxima de 5 metros, permitiendo que sus orillas sean un lugar ideal para bañarse con comodidad. La laguna tiene un perímetro de 1 km en su parte más ancha, y está rodeada de un ambiente nuboso y húmedo, con precipitaciones que varían entre 900 a 2,500 mm al año. Este ecosistema es parte del Páramo Andino, formando un corredor biológico que se extiende desde el norte con los páramos de Ecuador hasta el sur, por encima de los 2,900 msnm, en el Santuario Nacional Tabaconas-Namballe.
La vegetación predominante alrededor de la laguna es herbácea, conocida localmente como “pajonal”, y el 60% de la flora del páramo es endémica, incluyendo numerosas hierbas medicinales de alto poder curativo. La fauna es variada, con especies adaptadas a condiciones ambientales adversas como el Oso de Anteojos, Venado Cola Gris y el Tapir Andino, muchas de ellas en peligro de extinción.
La Laguna Shimbe es reverenciada como una “Laguna Sagrada” por las comunidades locales y visitantes de todas partes, quienes la buscan no solo por su belleza sino por sus propiedades curativas. Es común ver a turistas acompañados de un “maestro curandero” realizando rituales de limpieza energética o “baños de florecimiento” para deshacerse de energías negativas y recargar positividad. Además, la laguna es conocida por su capacidad para atraer la suerte en el amor, trabajo, salud y negocios, lo que la hace un destino preferido por aquellos que buscan un cambio positivo en sus vidas.
Visitar la Laguna Shimbe es sumergirse en un entorno de tranquilidad y misticismo, donde la naturaleza y la espiritualidad se encuentran para ofrecer una experiencia de sanación y renovación únicas. ¿Estás listo para descubrir los secretos que curan de la Laguna Shimbe?