El camino hacia Las Huaringas: Un viaje lleno de misticismo y naturaleza
Enclavado en Huancabamba, un serpenteante camino de herradura nos conduce hacia las impresionantes lagunas de Las Huaringas. La calidad de este camino depende en gran medida del mes en que se realiza la visita, siendo los mejores meses de mayo a noviembre. Durante este viaje, nos montamos en mulas o caballos, provistos de cálidos ponchos que nos ayudan a soportar el frío de la cordillera. Estos ponchos son alquilados por los guías, quienes nos acompañan en esta fascinante travesía. A lo largo del recorrido, se pueden observar numerosos riachuelos que se convierten en bebederos para las bestias, las cuales, con su amplio conocimiento de la ruta, nos transportan hacia las lagunas.
La partida, a lomos de este medio de transporte ancestral, se inicia desde las viviendas de los “maestros” o “curanderos”, quienes proveen los caballos y mulas necesarios para que los visitantes inicien su peregrinaje hacia la Laguna del Shimbe o la Laguna Negra, las cuales son las más visitadas. Ambas lagunas presentan características similares en cuanto a su desplazamiento, aunque es importante mencionar que el acceso a la Laguna Negra es más difícil debido al terreno pantanoso que la precede. Sin embargo, nada es imposible para estas avezadas bestias, que con destreza evaden los obstáculos del camino.
Durante el trayecto, podemos admirar la variada vegetación que brinda un hermoso panorama para aquellos que están acostumbrados a la vida en la ciudad. Los alisos son arbustos que se erigen en las laderas de la cordillera, pero se cree que son cientos las especies vegetales que habitan en este territorio, algunas incluso con propiedades curativas.
El camino puede volverse fangoso en ciertas partes, especialmente durante los meses considerados como “invierno” (diciembre, enero, febrero, marzo y abril), mientras que se vuelve más transitable a partir de junio hasta noviembre. El camino más común es aquel que se inicia desde San Antonio o Salalá, e incluso los vehículos llegan hasta estos caseríos. Cuando se trata de otros lugares de Carmen de la Frontera, se pueden seguir diferentes rutas que presentan pequeñas diferencias entre sí.
El tiempo de desplazamiento depende del lugar de partida, siendo en promedio dos horas y media tanto para la ida como para el regreso. El horario recomendado y más común es partir a las 6 de la mañana, aunque también se pueden iniciar el viaje algunas horas más tarde.
Quizás una de las mejores experiencias que se vive al visitar Huancabamba sea este viaje a lomos de una bestia. Creemos que el uso de este medio de transporte ancestral facilita la observación de la naturaleza y permite una comunión única con una realidad que se convertirá en una experiencia inolvidable. Las autoridades locales y su población, con el objetivo de llevar el progreso a sus caseríos, se acercan cada vez más a las lagunas. Sin embargo, si esta tendencia persiste, podría afectar y reducir ese halo de misticismo que convierte a Las Huaringas en un lugar preferente para visitar.
En resumen, el camino hacia Las Huaringas es un verdadero tesoro que combina la belleza de la naturaleza, el misticismo ancestral y la aventura de adentrarse en un lugar único. Preparados con nuestros ponchos y montados en mulas o caballos, nos embarcamos en un viaje que nos transporta hacia un mundo donde la magia y la serenidad se entrelazan en cada rincón. ¡No pierdas la oportunidad de descubrir este fascinante camino hacia Las Huaringas y sumergirte en una experiencia inolvidable!